La primera artista plástica en fusionar el arte y la moda, Sarah Ilinitchna nació en el seno de una familia judía muy humilde, en Odessa (Ucrania) el 14 de noviembre de 1885. Fue adoptada por su acaudalado tío paterno, tomando el nombre de Sonia Deloné-Terk. En 1903 Se trasladó a Karlsruhe, donde inició sus estudios en pintura, en 1905 continuó su formación en París en la Académie La Palette. En 1908 realizó su primera exposición orfista en la galería parisina de un marchante de arte y descubridor de talento, Wilhelm Uhde, con quien contrajo matrimonio convenientemente en 1909, consecuencia de la presión familiar que exigía su regreso a Ucrania. Uhde (su gran amigo homosexual) pronto la introdujo en el círculo bohemio de París, compartiendo con artistas como Georges Braque, Pablo Picasso, André Derain y Maurice de Vlaminck y conociendo al artista plástico Robert Delaunay, de quien se enamoró y en 1910 se divorció de Wilhelm para contraer matrimonio con él.
Con esta unión se inició una gran aventura artística, convirtiéndose en una pareja clave en el desarrollo de orfismo. Inicialmente Su obra plástica fue inspirada por las formas cubistas y por el colorido de las obras de Paul Gauguin, Vincent van Gogh y los representantes del orfismo, desarrollando desde de 1910 un estilo basado en la yuxtaposición y contrastes simultáneos de colores puros que se descomponían en prismas, siendo considerada para la época como la “Reina del Art Decó”.
Con el nacimiento de su hijo, Sonia inició otra faceta en las artes aplicadas, diseñando y confeccionando una colcha hecha de retazos de tela en múltiples colores, para abrigar a su hijo y decorar su habitación. Robert describió esta colcha como una representación del arte folclórico ruso, pero los artistas plásticos, amigos de la familia, no dudaron en identificarla como una expresión del cubismo, alabando el trabajo de la artista. Es a partir de este momento que Sonia empezó a diseñar y elaborar objetos decorativos para su hogar y para obsequiar a sus amistades. Desarrolló sus primeros contrastes simultáneos, diseñando encuadernaciones basadas en la técnica del collage, trabajando para la portada del libro “Les Pâques à New York” en 1912 del poeta Blaise Cendrars y las ilustraciones del famoso poema del mismo autor, “La prose du Transsibérien et de la Petite Jehanne de France”. Para esta época también diseñó varias portadas para la revista Der Sturm y diseñó las primeras prendas que ella y Robert vistieron en ocasiones especiales.
Para 1912 volvió a la pintura pero ya se había creado gran fama por sus diseños comerciales. Sonia además de su obra plástica había aplicado los principios de la simultaneidad a una gran variedad de artículos decorativos y de la moda. Como prolongación a la pintura los trajes simultáneos que diseñó, se consideraron anti moda, pues ella se basaba en las técnicas pictóricas para atacar a la convencional moda de la época. Sus magníficas combinaciones de color rompían cualquier corte establecido y la agrupación de distintas telas con variedad de texturas, contribuía formalmente a su ruptura. La tendencia del orfismo aplicada en su obra plástica y los principios cubistas de sus ensamblajes se hicieron evidentes en sus diseños. Sus trajes simultáneos eran en realidad, obras de arte plasmadas en un soporte distinto que escapaban a la lógica de la moda comercial. Robert definía sus vestidos como “pinturas vivientes, o esculturas de formas vivas”.
En 1913 diseñó su primer robe simultané para ella, exhibiéndose en el Bal Bullier, un centro nocturno de Paris que frecuentaban los artistas y escritores de vanguardia. Este local de una atmosfera alegre y colorida, del que se dice, fue la última fortaleza del París decadente y bohemio de la preguerra, inspiró una de sus más importantes obras, “Bal Bullier”.
Sonia deslumbró a todos en el local, vistiendo un traje violeta a dos piezas, ajustado con una faja verde, en combinación con un corpiño seccionado en tonos pasteles como el rosa viejo, naranja amarillento, azul Nattier y el rojo escarlata. Sus diseños fueron tan impactantes que el poeta Guillaume Apollinaire escribió un artículo de prensa, citando a los Delaunay como “Reformadores del vestido”. Su amigo Blaise Cendrars quedó tan impresionado que inspirado por el outfit de Sonia, escribió un poema “Sur la robe elle a un corps”, que luego recopiló junto a otros 18 poemas dedicados a ella en su libro “Dix-neuf poèmes elástiques.
Pronto el bohemio París se vio influenciado por el estilo de Sonia, y otros artistas se sumaron adoptando vestimentas extravagantes. Cendrars empezó a usar insólitas corbatas pintadas a mano y el pintor Vladimir Baranov-Rossiné usó excéntricos pantalones de gruesas rayas en blanco y negro. Sonia funda la Maison Delaunay en París, convirtiéndose en el centro de la moda vanguardista, donde poetas, escritores y artistas se ataviaban con distinción. Con la revolución rusa en 1917, las propiedades de la familia de Sonia fueron incautadas por los bolcheviques, por lo que la moda, se convirtió en su principal fuente de ingreso. Y en el trampolín de su fama internacional, ella diseño piezas exclusivas para las más asiduas seguidoras de su look radical, como la actriz Gloria Swanson así como también, la periodista y poetisa Nancy Cunard entre otras.
Durante la Primera Guerra Mundial la pareja se refugia en Madrid y en 1918 Sonia abrió una sucursal en la calle de Columela. Su primer pedido fue para el marqués de Urquijo, elaborando los trajes de sus cuatro hijas, gracias a esto logró captar como clientela a toda la aristocracia de la ciudad. Sonia también diseño el vestuario para el ballet Cleopatra de la compañía rusa de Diáguilev, presentado en Barcelona, cuyo director artístico fue Léon Bakst. Para la década de los años 20 la maison era la favorita de las esposas de los principales arquitectos del movimiento Bauhaus.
A su regreso a París, diseñó una nueva línea de ropa, que llamó “Robes- Poèmes” un hibrido trabajo que transgredía los límites genéricos, al combinar poesía y el vestido. Las técnicas empleadas por ella en sus colecciones se basaban en las teorías de lo simultáneo y en la combinación de pieles y fibras, e incluso metal, a lo que añadía un elemento táctil para el placer. En 1925 Sonia expuso en la gran Exposición Internacional de las Artes Decorativas de París, captando el interés de los grandes almacenes holandeses Mertz & Co, donde de inmediato colocó su producto.
Sonia Delaunay era una mujer de visión libre que podía cambiar radicalmente de una técnica a otra, su objetivo fue introducir el arte en la vida cotidiana, nada fue excluido a su alcance, ella incluso intervino un automóvil Citroën con su exclusivo estilo, en su maison además de piezas de vestir, también ofrecía piezas de cerámica, joyas, objetos decorativos y muebles, atendiendo una selecta clientela que incluyó a Sergei Diaghilev.
En el apogeo del mundo modernista dominado por los hombres, ser mujer artista era una gran paradoja, pero Sonia sentó las bases para que las mujeres lograran mayor libertad en la expresión artística. Durante muchos años fue considerada simplemente como la fiel compañera de su famoso consorte, Robert Delaunay, pero actualmente se discute la superioridad de su obra, pues muchos alegan que su talento era mejor que el de su marido. Lo cierto es que juntos contribuyeron ampliamente en el desarrollo del orfismo y el abstraccionismo. Ella es considerada una artista con un estilo único que dejó un gran aporte en la historia del arte, fue una luchadora vehemente que supo interpretar como ninguna los aspectos más revolucionarios del avant garde de su época, aplicándolos en cualquier soporte plástico.
Sonia fue una artista con una avasallante personalidad expresada en su obra, ella fue la primera mujer que logró en vida una muestra retrospectiva en el Museo del Louvre de París para 1964, su aporte hasta hoy sigue siendo fuente de inspiración para muchos diseñadores y casas de moda. Esta gran representante del arte y la moda, falleció a sus 94 años en Paris, el 5 de diciembre de 1979.
Para la primavera de 2015 afamados diseñadores mostraron colecciones inspiradas en su obra: Dsquared2 y Jean-Charles de Castelbajac trabajaron con su estética caleidoscópica y Junya Watanabe presento una línea orfista y futurista con prendas de confección 3D. El Museo de Arte Moderno de París, mostró desde octubre de 2014 hasta febrero de 2015, una gran retrospectiva de su obra, con más de 400 piezas que incluían pinturas, piezas decorativas, gouaches, grabados, artículos de moda y textiles. Esta exposición también fue presentada en el Tate Modern de Londres entre el 15 de abril y 9 de agosto de 2015.
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