El
uso de las plumas como ornamento se remonta a la prehistoria; el ser humano
desde sus inicios históricos ha tratado de destacar utilizando los recursos que
la propia naturaleza le brindó. El hombre prehistórico, como MACHO ALFA, emuló
a las aves que despliegan sus bellos plumajes atrayendo a las hembras para
poder copular, se alimentó de estas
presas sin desperdiciar sus plumas usándolas como aderezos en sus tocados. En
el México prehispánico se utilizaron gran cantidad de ornamentos hechos con
plumas del quetzal y de otras aves de la región, con el descubrimiento de
América, al igual que un sinfín de nuestros tesoros, las plumas de nuestras exóticas
aves fueron llevadas a Europa. Cuando
Cristóbal Colón regresó a España en 1496 de su segundo viaje, le regaló a
Isabel de Castilla un abanico de plumas.
El arte plumario causó gran impacto
en las sociedades europeas marcando tendencias desde el Renacimiento hasta
nuestro días. Para 1820 las plumas adornaban los estrambóticos tocados del
romanticismo, en la Belle Époque estas destacaban por doquier y se aplicaban en
sombreros, estolas y hasta en artículos para la decoración. Fue en 1890 que la
industria plumaria experimentó su mayor éxito en ventas. Con el excesivo uso de
las plumas surgieron protestas públicas y en Estados Unidos la Sociedad Audubon
logró que se dictaran regulaciones de prohibición para la caza, importación y
venta de algunas aves silvestres, temiendo su posible extinción. Para el 1900
en Francia existían más de 300 artesanos dedicados a la producción de artículos
con plumas. Los vestuaristas de óperas, ballets, revistas de cabarets parisinos
como el Lido, el Folies Bergère, el Moulin Rouge y las casas de alta costura
parisina se surtieron de los artesanos plumarios para elaborar sus magníficas
creaciones.
De
estos artesanos destaca la Maison Lemarié, fundada en 1880 por Palmyre Coyette.
André Lemarié dirigió el negocio familiar desde 1946, colaborando con nombres
como Balenciaga, Nina Ricci, Dior, Lacroix, Givenchy, Valentino, Dolce &
Gabbana, Armani, Jean Paul Gaultier , Yves Saint Laurent y Chanel. Apoyando el control de especies en
peligro de extinción, Lemarié actualmente utiliza plumas de aves comestibles
que no son protegidas por estas instituciones, como las de gallo, faisán,
avestruz y otras, además, existen granjas especializadas en la crianza de aves para
consumo plumario, criadas en óptimas condiciones, bien alimentadas, sin
sacrificarlas, con certificación veterinaria y solo son utilizadas aquellas
plumas que pierden de forma natural; sin embargo conservan exclusivos y antiguos
stocks de plumas exóticas como las de garza, pavo real, ibis escarlata o aves
del paraíso.
Artesanos altamente calificados
trabajan arduamente para Lemarié, seleccionando, tiñendo, peinando, cortando y
ensamblando las hermosas plumas aplicadas en tocados, accesorios y vestidos para
las casas de alta costura así como para los impactantes vestuarios de las
revistas de cabaret. Las largas jornadas, dedicadas a la elaboración de una
sola prenda, demuestran la increíble paciencia y habilidad de los trabajadores de esta prestigiosa casa.
André Lemarié fue apodado por el
diseñador Karl Lagerfeld como “el señor
de las camelias”, pues además de plumas, elabora unas 20.000 flores para las casas de Alta Costura, entre
las que destaca la camelia, favorita de Coco Chanel o la medusa,
reinterpretación de la camelia hecha con plumas de avestruz; las camelias se
introdujeron por primera vez en la década de los sesenta y se han convertido en
un sello icónico de la marca Chanel. La Casa Lemarié también se especializa en
fruncidos y volantes.
En 1996, Chanel compró la Maison
Lemarié, integrándola al grupo de empresas Paraffection, cumpliendo de esta
forma con la noble causa de mantener vigente el tradicional arte plumario
francés que corría el peligro de desaparecer. Sin embargo, Lemarié no trabaja
exclusivamente para Chanel pues es libre de elaborar sus magníficas creaciones
asistiendo al resto de las prestigiosas marcas de Alta Costura.
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Excelente!
ResponderEliminarGracias Sylvia, me alegra mucho que te guste el post.
ResponderEliminarGosto destas explicações. Tem a arte do botões também ameaçada de desaparecer.
ResponderEliminarSaiu tudo truncado. Me refiro a arte dos botões. Ameaçada de desaparecer e foi comprada por uma grande Maison.
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